Sacar leche materna
Hay muchas razones por las que considerar sacar leche materna por bombeo. Entre ellas se incluyen:
- Crear una reserva de manera que su bebé pueda tener leche materna cuando usted esté trabajando o de viaje.
- Estimular la producción de leche si disminuye el apetito de su bebé.
- Si su bebé es prematuro o tiene problemas para engancharse.
- Para prevenir o tratar la ingurgitación, mastitis u obstrucción del conducto.
- Si está dejando de dar el pecho e intenta aliviar algo de presión en sus pechos.
Sacar leche proporciona libertad, ya que significa que no necesita estar presente en cada toma, por lo que puede volver al trabajo o tener algo de tiempo para usted. Sin embargo, tenga en cuenta que no debe ofrecer un biberón a su bebé hasta que se haya establecido bien la lactancia, ya que existe el riesgo de confundir el pezón y que su bebé rechace el pecho.
Con qué frecuencia y cuándo sacar leche
Si está dando el pecho y su objetivo es guardar leche extra para cuando no se encuentre, el mejor momento del día para bombear es por la mañana, cuando la cantidad de leche es mayor. Espere una hora después de dar el pecho para sacar la leche, esto le proporciona tiempo suficiente a las glándulas lácteas para secretar leche para la próxima toma.
Si bombea leche para prevenir la ingurgitación, intente ceñirse al horario de tomas de su bebé. Hacer descansos largos entre tomas o bombeo puede conducir a una acumulación de leche e inflamación.
Métodos de bombeo
Las dos opciones son un sacaleches o métodos para exprimir a mano.
Las bombas sacaleches pueden ser manuales o elécticas, diferenciándose en la facilidad de uso y el tiempo de bombeo que necesitan. Las bombas completamento automáticas le ayudarán a ejercer otras tareas mientras bombean y sólo tardarán 10-15 minutos, mientras que las bombas manuales necesitan más tiempo y energía (tardando alrededor de 45 minutos). Por supuesto, también hay una diferencia de precio, por lo que a la hora de elegir un sacaleches tenga en cuenta sus prioridades, si planea sacar leche cada día, puede ser una buena idea invertir en una buena bomba automática que le ahorrará tiempo y energía. Por otro lado, si solo planea sacar leche de vez en cuando, un sacaleches manual debería ser suficiente.
Sea cual sea el sacaleches que escoja, asegúrese de elegir el tamaño de copa de pecho adecuado y posiciónelo correctamente para que no cause ninguna molestia. El bombeo puede ser ligeramente incómodo al principio a causa de una fuerte sensación de succión, pero no debería ser doloroso.
Usted debería decidir si prueba exprimir a mano. Este método necesita tiempo, por lo que no es práctico para usar cada día, pero si solo necesita hacerlo de vez en cuando, merece la pena hacerlo correctamente. Pregunte a su matrona para que le enseñe la técnica correcta o siga las siguientes instrucciones:
Coloque su pulgar sobre el pezón y sus dos primeros dedos debajo del pezón. Su mano debería formar la letra C, pero no debería estar apretando o tirando del pezón. Sin separar sus dedos, empuje directamente hacia la pared torácica y haga rodar luego los dedos hacia delante simultáneamente. Este movimiento masajeará los conductos de leche y empujará la leche hacia el pezón. Gire su mano alrededor de su pecho para exprimir otros depósitos que se extienden por todo el tejido mamario. Repita hasta que el pecho se sienta ligero.
Si no se encuentra junto a su bebé cuando saque la leche, puede ser de ayuda que lo pueda escuchar por teléfono, ver un vídeo o algunas fotos. Ver la cara de su bebé o escuchar su voz ayudan con el reflejo, intente diferentes técnicas y no se olvide de estar relajada.
Almacenar leche matern
Las botellas de plástico o cristal con tapones bien cerrados para asegurar su frescura, o las bolsas de plástico especiales para almacenar leche, son todo maneras adecuadas de almacenar correctamente la leche materna fresca. Las bolsas de plástico también se pueden utilizar para congelar la leche si hiciera falta. Refrigera la leche justo después de haberla sacado, de esta manera puede mantenerse en el frigorífico a 4ºC hasta 5 días. Si decide congelarla para usarla más tarde, tenga en cuenta que la congelación destruye los anticuerpos de la leche materna, pero los nutrientes permanecen igual. La leche congelada se puede almacenar durante 12 meses a -20ºC en un congelador, pero para su máxima calidad y frescura se recomienda utilizarla durante los primeros 3 meses. Recuerde escribir las fechas en el recipiente antes de su almacenamiento.
Cómo calentar la leche
Si decide congelar la leche, necesitará descongelarla dejándola en el frigorífico durante la noche o poniéndola bajo agua fría corriente. Una vez descongelada, la leche debe ser refrigerada y usada durante las primeras 24 horas. Estubiera la leche en el congelador o en el frigorífico, debe calentarla antes de ofrecérsela a su bebé. Ponga la leche fría bajo agua caliente durante unos minutos o caliente un cazo con agua y coloque el recipiente con leche en su interior. No caliente la leche directamente en el cazo y no la hierva, sólo caliente lo suficiente para que su bebé lo pueda beber. Evite también calentar la leche en microondas ya que esto puede reducir algunas de las propiedades nutritivas de la leche materna.