Bebé que muerde
Los mordiscos mientras se da el pecho no son sólo muy dolorosos, sino que también pueden convertir la lactancia en una experiencia muy desagradable para usted. Ya sea porque el pezón todavía está irritado por el mordisco, o porque usted teme que vuelva a suceder de nuevo, esto puede impedir que usted disfrute de los tranquilos momentos que ofrece la lactancia y la vinculación con su hijo.
Cómo prevenir los mordiscos durante la lactancia
Es imposible que el bebé muerda si está bien enganchado al pezón y succionando activamente. Durante la lactancia, la lengua del bebé cubre los dientes inferiores por lo que es físicamente imposible morder el pezón. Es por eso que lo más importante que puede hacer para evitar los mordiscos es observar a su bebé. A menudo los mordiscos se producen al final de la toma, cuando su bebé está lleno y no se concentra en la lactancia. Observe a su bebé de cerca y tan pronto como note un cambio en la tensión de la mandíbula o sienta su lengua moviéndose hacia atrás, termine la toma y retire al bebé del pecho, para reducir la posibilidad de mordiscos. Por otro lado, si el mordisco se produce al inicio de la toma, asegúrese de que su bebé se engancha correctamente. Trate de cambiar las posiciones de lactancia y encuentre la que le permita a su bebé colocarse el pezón correctamente en la boca.
A pesar del miedo que experimentan muchas madres, el proceso de dentición no es necesariamente el fin de la lactancia. Si los mordiscos están causados por molestias de durante la dentición, puede retirar a su bebé del pecho y ofrecerle un juguete de dentición.
A veces, si usted está viendo la televisión o hablando por teléfono mientras da el pecho, su bebé puede morderle para llamar su atención. Dedique el tiempo de lactancia a su bebé y céntrese en él. Elija una habitación tranquila, con luz tenue y sin distracciones. Esto le ayudará a centrarse en su bebé, así como a mantenerlo tranquilo y calmado. Hable con su bebé, mantenga contacto visual o abrácelo. Esto no sólo proporcionará la suficiente atención para su bebé, sino que también le ayudará a reconocer las señales de que se puede producir un mordisco.
Si su bebé está resfriado, trate de dar el pecho en posición vertical para facilitar la respiración.
Todo niño puede aprender a no morder, no importa lo joven que sea – todo lo que necesita es persistencia y un refuerzo positivo. Utilice un tono de voz suave y positivo para elogiar a su pequeño cuando se enganche suavemente.
Qué hacer si su bebé muerde
Detenga la toma inmediatamente. Trate de no alejarlo (aunque sea la reacción instintiva), porque esto puede causar más daño al pezón. En su lugar, tire del bebé hacia el pecho, deslice su dedo suavemente en la esquina de los labios de su bebé, entre los dientes y luego retire el pezón. Descanse un rato antes de continuar con la toma si su bebé todavía tiene hambre, o termine la toma por completo. Si el mordisco ha causado daño al pezón, es importante aplicar el tratamiento apropiado rápidamente, antes de que se convierta en una infección. Puede enfriar el pezón con hielo, lo que ayudará a disminuir el dolor, y después puede aplicar una compresa de lactancia que acelerará el proceso de curación. Entre las tomas aplique un bálsamo protector en el pezón para aliviar y nutrir la piel, que también proporciona protección contra el dolor.